Los vinos europeos ganan cuota frente a los del Nuevo Mundo en un difícil 2023 en el que los 11 primeros proveedores perdieron volumen
El volumen de vino exportado cayó en 2023 por segundo año consecutivo (tras el récord postpandemia de 2021), hasta situarse en 9.838 millones de litros (-6,5%), bajando 10 años después de la barrera de los 10.000 millones. La facturación disminuyó un 4,7% hasta los 35.957 millones de euros, segunda más alta hasta la fecha tras el récord de 2022, con un precio medio que subió un 1,9% hasta los 3,66 €/litro, máximo histórico, pese a que ya se encareció mucho en 2022 como consecuencia de la inflación.
El encarecimiento de energías, combustibles y de la vida en general, la crisis del transporte y los suministros, inflación, tensiones geopolíticas, guerras y aranceles al comercio de vino son factores que pueden explicar esta caída en un difícil 2023.
Por tipo de vino
2023 fue un año récord para el valor generado por el vino espumoso y en bag-in-box, lo que no compensó la fuerte caída sufrida en envasados y graneles. En volumen, todos los vinos registraron pérdidas, con el granel como único que bajó de precio. En lo que va de siglo, el vino espumoso ha sido la categoría que más ha crecido en términos relativos.
Por país proveedor
Los 11 primeros exportadores cayeron en volumen en 2023, con mejor evolución en general de los proveedores europeos respecto a los del Nuevo Mundo. Italia y España se distancian de Francia como principales vendedores, aunque el liderato de Francia en valor es indiscutible, al vender mucho más caro que el resto. Sólo Alemania facturó más que en 2022. Fuerte descenso de los proveedores americanos y de Sudáfrica.
La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) pone a disposición del sector este informe, elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), dentro del acuerdo de colaboración para la mejora de la información sectorial.