En 2024, se espera que la producción mundial de vino siga disminuyendo con respecto al bajo volumen del año pasado (-2%). La crisis climática en ambos hemisferios vuelve a ser la principal responsable de la reducción del volumen de producción mundial.
El pasado 29 de noviembre de 2024 se cumplió el centenario de la firma del tratado fundacional de la OIV. En esta fecha tan especial, John Barker, Director General de la Organización, presentó los resultados preliminares de un estudio especial sobre el sector de la vid y el vino a lo largo de su siglo de existencia. Este análisis abarca datos recogidos en 79 países productores de vino.
A nivel mundial, 2024 parece ser una continuación de 2023, con una serie de fenómenos meteorológicos que afectan a los volúmenes de producción de vino en todo el mundo, agravados por las circunstancias económicas y de mercado. Ha habido cambios relativos en la producción entre países en comparación con el año anterior, pero el resultado neto es una producción total un 2% inferior a la de 2023.
Se prevé un bajo volumen de producción en la Unión Europea. Francia ha registrado el descenso más significativo de la producción en comparación con el año anterior, debido en gran parte a las difíciles condiciones meteorológicas en todo el país. Italia se recuperó ligeramente del bajísimo volumen de 2023, para volver a ser el mayor productor mundial. En general, los volúmenes en toda Europa fueron inferiores a la media, y sólo Portugal y Hungría registraron volúmenes de cosecha medios o superiores a la media.
Las primeras previsiones de EE.UU. indican un volumen de producción medio para 2024, ligeramente inferior a los niveles de 2023. En el hemisferio sur, se espera que los volúmenes de producción de vino sigan siendo bajos en 2024, de nuevo debido principalmente a las condiciones climáticas, marcando la producción más baja en dos décadas.